Los echos ocurrieron en la Hacienda La Emperatriz, predio ubicado en el municipio de Caloto en el norte del Cauca, donde un grupo de uniformados de la Policía Nacional, fueron rodeados y copados por la Guardia Indigena, que adelantaba su proceso denominado liberación de la madre tierra, en que reclaman como propios estos terrenos que fueron ofrecidos a las comunidades víctimas de la masacre de la María, hechos ocurridos en la década de los 90 con participación de agentes del estado; desde entonces La Emperatriz a sido escenario de una disputa jurica y terreno de confrontaciones entre nativos y fuerza pública con saldo de muertes de parte y parte.
Según el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, la asamblea reunida en La Emperatriz decidió entregar a los policías retenidos a una comisión de la Procuraduría, Personería y Alcaldía de Caloto.