‘La Chorrera’, era según las autoridades una peligrosa banda conformada en su mayoría por mujeres integrantes de una misma familia, quienes tendrían diferentes roles dentro de la organización, desde la persona encargada de conseguir la droga ilícita, hasta los que cumplían el papel como campaneros quienes alertaban a sus compañeros sobre la presencia policial.
El seguimiento e investigación realizado por las autoridades evidenció que la comercialización de las sustancias psicoactivas se realizaba en vía pública, parques o alrededores de establecimientos educativos, generando percepción de inseguridad en los residentes del sector.
Con la recolección de suficientes pruebas un juez de la republica emitió la orden de las respectivitas diligencias de registros y allanamientos por el delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
Como resultados fueron capturados: María Esperanza Ipila, líder de la banda; Lina Marcela Ipila; Katerin Jovana Ipila; Karen Tatiana Ipila y Andrés Montilla Ramírez.
En la acción operativa fueron incautadas varias dosis de estupefacientes y dinero en efectivo producto de la venta de los mismos.
Los detenidos fueron presentados en audiencia donde un Juez impartió legalidad en los procedimientos de captura y cobijó a las cinco personas con medida de aseguramiento.