Indignación sintieron algunos ciudadanos de Popayán al ver que en la mañana de este viernes hacía presencia maquinaria amarilla en el sector del Morro de Tulcán. Los operarios, al parecer, no contaban con autorización y no informaron qué trabajos iban a realizar.
Cabe señalar que, en días pasados en el lugar en mención fue derribada la estatua de Sebastián de Belalcázar por la comunidad Misak, hecho que también generó polémica en la capital caucana.
Para muchos la presencia de maquinaria amarilla y los trabajos realizados están enmarcados en la irregularidad, puesto que al ser el Morro de Tulcán patrimonio arqueológico necesita de autorización especial para poder ser intervenido.
Precisamente el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, informó que en atención a las denuncias relacionadas con la posible afectación del patrimonio arqueológico de El Morro de Tulcán, comunicó la situación a la Policía Metropolitana de Popayán, al secretario de infraestructura de la localidad y al alcalde y solicitó la suspensión de la obra, y recordó la imposibilidad de adelantar intervenciones en este sitio sin la autorización del ICANH.