La violencia desbordada siguió afectado al Cauca, dice el informe de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en donde al menos 66 miembros del pueblo indígena Nasa fueron asesinados. Esa cifra supone “un incremento de casi el 52 %, de acuerdo al Instituto de Medicina legal, en comparación con 2018”.
El Cauca está inmerso en una espiral de violencia generada por las disputas territoriales de distintos grupos al margen de la ley como disidencias de las FARC, la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles mexicanos, que luchan por el control de la tierra para el tráfico de drogas.
Para proteger a los defensores de derechos humanos, la ONU insiste en que el gubernamental “Plan de Acción Oportuna debe priorizar una mayor y más continua participación de las autoridades regionales y de la sociedad civil” para atajar esta ola de violencia.