Con una inversión de más de $81.000 millones de pesos, el Ministerio de Minas y Energía, por medio del Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), impactarán positivamente la calidad de vida de cerca de 100 mil colombianos del Valle del Cauca, Cauca, Chocó y Nariño; también a poblaciones de las Zonas Más Afectadas por el Conflicto (ZOMAC) y municipio con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) con tres programas llamados: ‘Iluminando al Pacífico’, ‘Respira Pacífico’ y ‘Retos y necesidades energéticas en Colombia’.
‘Iluminando al Pacífico’, que busca beneficiar cerca de 34.000 hogares, durará cerca de un año e iniciará su ejecución en el primer trimestre de 2023. Pretende disminuir los altos consumos energéticos y, por lo tanto, los costos en la factura mensual de energía eléctrica en los hogares de los usuarios de los estratos 1 y 2 de los departamentos seleccionados con la sustitución tecnológica para la iluminación residencial.
“Con la sustitución que ejecutará ‘Iluminando al Pacífico’ se estima un ahorro energético anual de 3.000 MWh, lo que equivale a un ahorro potencial de 102 kWh/año por usuario. Este, sin duda, contribuirá al ahorro económico de las familias de hasta $35.000 pesos mes a mes en la factura del servicio”, destacó Juan Camilo Vallejo, Director Ejecutivo del Fenoge.
Desde el punto de vista ambiental, se estima mitigar anualmente la emisión de aproximadamente 437 toneladas de CO2, aportando así al compromiso por la lucha contra el cambio climático, que tiene el Gobierno Nacional.
Con ‘Respira Pacífico’ el Fenoge sustituirá, en 12 meses estimados a partir del inicio de las actividades en febrero de 2023, hasta 2.000 estufas de leña convencionales por estufas eficientes de leña para mitigar problemas en la salud de los colombianos que aún, por prácticas ancestrales o falta de recursos, utilizan fogones rudimentarios de leña, en los departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
Con una inversión de $11.000 millones, este piloto pretende la disminución del consumo de leña, la reducción de tiempos en la cocción de los alimentos y la limitación de la exposición a los gases de combustión de la leña en la estufa, lo cual generará un impacto positivo en la salud de los beneficiarios y en el sistema de salud nacional por el tratamiento de enfermedades respiratorias derivadas del uso de leña en estufas tradicionales.