En un significativo avance para la construcción de la paz en Colombia, cerca de 180 personas que se encuentran en proceso de reincorporación concluyeron la primera fase de la Escuela de Economía Social, Solidaria y Popular. Las ceremonias de graduación se llevaron a cabo de forma simultánea en Popayán, Cartagena y Girardot, marcando el fin de un proceso formativo que se extendió desde octubre de 2024 hasta agosto de 2025.

Este programa académico se centró en fortalecer las capacidades de liderazgo y las iniciativas productivas de los participantes, quienes son signatarios del Acuerdo de Paz. La formación se estructuró en seis módulos, abordando temáticas clave como la economía solidaria, la sostenibilidad ambiental, el desarrollo territorial, y la participación activa de la mujer en la economía social.

En Popayán, 49 firmantes de paz, provenientes de los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca, recibieron sus diplomas. Álvaro Guasá Carabalí, representante legal de la Asociación Arapaz, destacó la importancia de este logro. “Este espacio es una meta más que alcanzamos en nuestro proceso de reincorporación. A pesar de las barreras personales, territoriales e institucionales, hoy tenemos este nuevo logro en las manos, porque creemos que la paz es posible”, afirmó.

Por su parte, Mabel Andrade, subdirectora territorial de la ARN, enfatizó que esta iniciativa demuestra que “la economía solidaria no es una abstracción, sino una alternativa viva, tejida desde la cotidianidad, desde las organizaciones, y sostenida por la convicción profunda de que la transformación territorial nace del encuentro, del saber colectivo y del compromiso con la vida”.

Esta escuela de formación es el resultado de una alianza estratégica alineada con los Acuerdos de Paz, que busca brindar a hombres y mujeres firmantes las herramientas necesarias para liderar el desarrollo de sus territorios. A lo largo de la formación, los participantes compartieron experiencias, desaprendieron viejas verdades y construyeron un nuevo horizonte ético y político enfocado en la dignidad y la vida.

En el marco de la clausura, Popayán fue sede de una ‘juntanza solidaria’ el 31 de julio, donde más de una docena de graduados expusieron y comercializaron los productos de sus emprendimientos. Manuel Campo, de la cooperativa Coomeep de Caldono, compartió su experiencia: “Con lo aprendido en este diplomado queremos seguir innovando y sacando provecho del cultivo que tenemos de uchuva; en esta ocasión trajimos productos como unas gotas y mermelada, además estamos pensando en hacer un vino. De esta manera impulsamos el trabajo en el campo y ponemos en práctica lo aprendido”.

Esta jornada de encuentro, a la que asistió la comunidad académica y la ciudadanía en general, reafirma el compromiso de una Colombia que se edifica desde el esfuerzo colectivo. Iniciativas como esta demuestran que los firmantes de paz están dejando una huella positiva en el país, consolidando su liderazgo y su compromiso por construir un futuro mejor para todos.