La palma de cera es nativa de los bosques montañosos húmedos andinos en Colombia. Se desarrolla en alturas de 2.500 a 3.000 metros sobre el nivel del mar y puede medir más de 60 metros.
Se trata de una especie de flora vulnerable que se encuentra en pocas áreas del país y cada año se ve en peligro debido al uso de las hojas que hacen feligreses católicos durante la celebración del día Domingo de Ramos, que da apertura a la semana mayor. La Corporación Autónoma Regional del Cauca CRC, recordó que este árbol es de gran importancia para el ecosistema ya que es el hogar de especies de animales en peligro de extinción, como el Loro Orejiamarillo, que se está quedando sin hogar debido a esta practica de tala para la celebración religiosa.
La entidad también invitó a reafirmar la fe, con elementos alternativos, como pañuelos, banderas, plantas medicinales o plantas para sembrar, en lugar de usar la Palma de Cera y recordó que este es el Árbol Nacional, Símbolo Patrio de Colombia, protegido por la Ley 61 de 1985, que prohíbe la tala y el tráfico de la especie y sanciona a los infractores.
Durante años se han realizado diversas campañas de inspección y vigilancia al tráfico ilegal de flora y fauna silvestre, así mismo se ha buscado a través de jornadas educativas concientizar a la población sobre el no uso de la Palma de Cera en las festividades religiosas, obteniendo resultados positivos y logrando que cada vez se use menos esta especie.
Amarildo Correa Obando, director de la CRC recordó a la ciudadanía en general que la palma de cera representa el legado perdurable del pasado de Colombia, de la fortaleza de su pueblo y de la esperanza de un futuro mejor, para valorar y proteger nuestro medio ambiente.