Tras la audiencia pública, realizada por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, en el municipio de Santander de Quilichao, se revelaron cifras en índices de violencia que preocupan en el departamento del Cauca, que no deja de ser un permanente escenario de guerra, donde confluyen intereses oscuros de las mafias del narcotráfico.
En el evento se mostraron datos de la Policía Nacional, que señalan que durante el año 2022 se registraron en esta región 466 homicidios y en el primer trimestre del 2023 se reportan 97, a esto se le suma la presencia de estructuras del narcotráfico, microtráfico y minería ilegal, además de los grupos armados, donde prevalecen las disidencia de las Farc, Jaime Martínez, Carlos Patiño y ELN. “En Cauca podemos evidenciar el crecimiento de las siembras de cultivos ilícitos, la presencia de los actores ilegales y el aumento de delitos violatorios de los DDHH, es un panorama preocupante y debo hacer el llamado a que trabajemos articuladamente. Las comunidades del norte del Cauca enfrentan graves riesgos de vulneraciones de derechos, los cuales aparecen en las 13 alertas tempranas que hemos emitido para esta subregión. Además, 4 alertas tempranas nacionales incluyen al norte del Cauca, para un total de 17 alertas tempranas”, así lo expuso el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Frente al tema de tierras, las comunidades expresaron la necesidad del diálogo y el cumplimiento de los acuerdos establecidos con el Gobierno Nacional. En este sentido, tanto representantes de la comunidad indígena, campesina, afrodescendientes y trabajadores de la zona, destacaron el espacio expresando que es necesario que sus voces sean tenidas en cuenta, “No podemos dejar que la violencia se apodere de nosotros, debemos trabajar unidos pero respetando al otro, solo con el respeto podemos lograr la solución” fue el llamado de Juan Carlos Agudelo, trabajador de la zona.