La Superintendencia Nacional de Salud, impuso la intervención forzosa administrativa a la EPS Emssanar, como medida especial para garantizar la prestación de servicios de salud a 1.9 millones de afilados en los departamentos de Valle, Nariño, Putumayo y Cauca, frente a la difícil realidad financiera que atraviesa esta entidad aseguradora.
La decisión de la Supersalud de intervenir para administrar esta EPS durante un año se da luego de cuatro meses en los que Emssanar estuvo bajo medida de toma de posesión de bienes, haberes y negocios.
Durante este periodo, el agente especial interventor designado por la Superintendencia, Juan Manuel Quiñones, realizó un diagnóstico real de la situación de la EPS y encontró una serie de debilidades estructurales tales como: sobrecostos en servicios de salud, deficiencias en el proceso de contratación con los prestadores y hasta la falta de un área de medicamentos que lidere y realice las negociaciones con la industria farmacéutica.
Para el Superintendente Delegado para Entidades de Aseguramiento en Salud, Henri Philippe Capmartin Salinas, “la EPS Emssanar mantiene condiciones operacionales de pérdidas acumuladas y financieras con incumplimiento de los indicadores de permanencia; elementos que ocasionan debilidades en el pago oportuno de las obligaciones, el suministro de medicamentos y deficiencias en el modelo de atención en salud, condiciones que ponen en riesgo la sostenibilidad de la entidad y la consecuente prestación del servicio de salud a sus usuarios”.
Si bien desde febrero de este año se han registrado avances frente al desempeño de la EPS, los resultados obtenidos hasta la fecha no son suficientes para mitigar los riesgos operacionales identificados, por lo que es necesario dar continuidad a la gestión del actual agente interventor, a quien le da un plazo de dos meses para que presente e implemente un programa gradual de salvamento.
Según la resolución 2546 de 2022 que ordena la intervención forzosa sobre Emssanar, el plan de salvamento debe incluir siete actividades principales.
Entre estas se encuentran las de garantizar una red integrada de servicios de salud que permita el acceso de servicios a la población afiliada, e implementar estrategias efectivas para garantizar la continuidad y el acceso oportuno a la prestación de los servicios médicos de los usuarios.
La Supersalud también ordena ejecutar acciones orientadas a la conciliación, depuración y pago de las obligaciones pendientes con la red prestadora y proveedora de servicios, garantizando la estabilización del flujo de recursos y la atención a la población afiliada.
La EPS Emssanar atiende principalmente a usuarios del régimen subsidiado en los cuatro departamentos del suroccidente del país, no ha cumplido con las capitalizaciones y presenta un bajo porcentaje de cierre efectivo de peticiones y quejas, siendo los principales motivos la no entrega de medicamentos y la falta de oportunidad para acceder a consultas de medicina especializada.
En el seguimiento hecho por la Supersalud al desempeño de esta EPS se evidenciaron fallas en la planeación y ejecución del Plan Nacional de Vacunación y del Programa de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo (PRASS).
Con corte a marzo de 2022, Emssanar incumple con los indicadores de capital mínimo, patrimonio adecuado y reservas técnicas.