Una triste y dolorosa realidad.
Ya es habitual ver en las calles de Popayán familias en estado de mendicidad, niños y niñas pidiendo limosna en las calles, en algunos casos, siendo instrumentalizados por adultos para obtener un provecho económico.
Esta problemática social se encuentra directamente relacionada con la desigualdad, la pobreza, el desplazamiento, la violencia, la falta de oportunidades laborales, entre otros fenómenos.
Para referenciar uno de los tantos casos que vemos a diario, quiero referirme a las familias de la comunidad indígena Embera Chami, quienes en total estado de abandono, deambulan por las calles de la ciudad en condiciones precarias.
Hacemos un llamado de urgencia a las autoridades competentes para activar un plan de intervención que permita caracterizar está población, ofrecerles atención, acompañamiento por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de los derechos de los niños y niñas, y en la medida de las posibilidades, facilitar las herramientas para el retorno a sus territorios con garantías.
No se puede ser indiferente ante situaciones tan lamentables. Por eso hacemos un llamado a las entidades competentes para que se tomen acciones de manera urgente y no se permita que estas imágenes se conviertan el día a día en nuestra ciudad, perpetuando con ello la vulneración de los derechos de los niños y niñas. Esperamos en los próximos días agendar un debate en el Concejo de Popayán para que las instituciones comprometidas den sus explicaciones correspondientes.
WILLIAM CAMPIÑO