Sin importar la lluvia, las bajas temperaturas y ni el toque de queda, miles de payaneses aplazaron su sueño y salieron a las calles la noche del jueves para protagonizar uno de las mas grandes cacerolazos que retumbó, como muestra del rechazo de los payaneses a las actuales políticas del actual Gobierno Nacional, en especial, la reforma tributaria.
Lo que inicialmente se dio como un ruidoso rechazo desde las ventanas de las casas, se trasladó a las calles, hombres, mujeres y niños, en pijama, con tapas, ollas, pailas, pitos y arengas, se movilizaron para desmotar su inconformismo en lo que se denominó el #29A.
En sur de Popayán, un grupo de ciudadanos bloqueo el trafico vehicular en la variante vía Panamericana, donde quemaron llantas y atravesaron algunos obstáculos, en esa zona el escuadrón móvil antidisturbios de la Policía Nacional, intervino para retomar el flujo vehicular y hacer cumplir el toque de queda impuesto por las autoridades locales, en la acción, se genero una emergencia por efecto de los gases lacrimógenos lanzados por los uniformados, varios niños y adultos mayores afrontaron dificultades respiratorias, afectación en sus ojos e irritaciones en su piel.