Se trata de un hombre de 58 años que trabajaba como taxista en Cartagena. El pasado 4 de marzo trasportó en su vehículo a turistas italianos, y dos días después presentó los primeros síntomas de tos con expectoración, fiebre y dificultad respiratoria. Era un ciudadano con hipertensión y diabetes no tratadas.
El paciente fue atendido desde el 13 de marzo en una clínica de Cartagena, y su muerte se produjo el 16 de marzo.